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Adenomiosis: cuando el útero duele desde dentro

  • Foto del escritor: Andrea Stechina
    Andrea Stechina
  • hace 2 días
  • 4 Min. de lectura

La adenomiosis es una condición ginecológica compleja, muchas veces infradiagnosticada, que puede afectar profundamente la calidad de vida de las mujeres. Es, a menudo, una enfermedad silenciosa, camuflada entre los síntomas de otras patologías como los miomas o la endometriosis, y puede representar un verdadero desafío tanto para las pacientes como para los profesionales de la salud.






¿Qué es la adenomiosis?


La adenomiosis ocurre cuando el tejido que normalmente recubre el interior del útero (endometrio) invade la capa muscular uterina (miometrio). Esta invasión anómala provoca una respuesta inflamatoria crónica, engrosamiento del músculo uterino y, en muchos casos, síntomas muy molestos como dolor y sangrado abundante.

A diferencia de la endometriosis —donde el tejido endometrial se encuentra fuera del útero— en la adenomiosis el tejido se encuentra dentro del útero, pero en una localización incorrecta: incrustado en la pared muscular.


¿Cómo se genera?

Las causas exactas de la adenomiosis aún no se comprenden completamente, pero se han propuesto varias teorías:

  • Teoría de la invasión endometrial: el endometrio invade directamente el miometrio a través de una alteración en la barrera que los separa (la llamada "zona de unión" o junctional zone).

  • Teoría del desarrollo: en algunas mujeres, el tejido endometrial puede estar presente en el miometrio desde el desarrollo embrionario.

  • Factores hormonales y mecánicos: la exposición a estrógenos, traumas uterinos (como legrados, cesáreas o partos vaginales múltiples) y otros factores pueden debilitar la barrera entre el endometrio y el miometrio, favoreciendo la migración del tejido.

Es más común en mujeres entre los 35 y 50 años.


¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas pueden variar en intensidad, y algunas mujeres pueden ser completamente asintomáticas. Sin embargo, cuando se presentan, los más frecuentes son:

  • Dismenorrea: dolor menstrual severo, que puede comenzar antes del período y prolongarse varios días.

  • Menorragia: menstruaciones abundantes, a veces con coágulos, que pueden provocar anemia.

  • Dolor pélvico crónico: dolor que persiste más allá del período menstrual.

  • Dispareunia: dolor durante las relaciones sexuales.

  • Infertilidad: aunque no es una causa directa, la adenomiosis puede interferir con la implantación del embrión o afectar la contractilidad uterina.

Estos síntomas no solo afectan la salud física, sino también el bienestar emocional, las relaciones de pareja y la vida laboral y social de muchas mujeres.


¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de adenomiosis ha evolucionado notablemente en los últimos años. Durante mucho tiempo, solo se podía confirmar con certeza mediante el estudio histológico del útero después de una histerectomía. Hoy, gracias al avance de las imágenes médicas, contamos con herramientas no invasivas que nos permiten hacer un diagnóstico con alto grado de sospecha clínica.


Ecografía transvaginal

Es habitualmente el primer estudio solicitado. Con una buena técnica podemos observar signos como:

  • Engrosamiento difuso del miometrio.

  • Presencia de quistes miometriales pequeños.

  • Contornos uterinos irregulares.

  • Asimetría entre las paredes anterior y posterior del útero.

  • Alteraciones en la zona de unión.


Resonancia magnética (RM)

Es el estudio de elección cuando se desea confirmar el diagnóstico y/o cuando la ecografía no es concluyente. La RM permite evaluar con gran precisión la junctional zone y detectar áreas de engrosamiento, lesiones focales o quistes intramiometriales. Una zona de unión mayor de 12 mm es sugestiva de adenomiosis.



¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento depende de varios factores: severidad de los síntomas, edad de la paciente, deseo de fertilidad y presencia de otras patologías asociadas.

Tratamiento médico

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): útiles para controlar el dolor.

  • Anticonceptivos hormonales combinados o progestágenos: pueden ayudar a reducir el sangrado y el dolor.

  • Dispositivo intrauterino con levonorgestrel (DIU hormonal): reduce significativamente los síntomas en muchas pacientes.

  • Análogos de GnRH: inducen una menopausia farmacológica temporal, útiles en casos seleccionados.


Tratamiento quirúrgico

  • Histerectomía: es la única opción curativa definitiva, indicada cuando los síntomas son severos y no hay deseo de fertilidad.

  • Cirugías conservadoras: como la resección focal de nódulos de adenomiosis, pueden considerarse en mujeres jóvenes que desean preservar el útero, aunque son técnicamente complejas.



Adenomiosis y endometriosis: dos caras de una misma moneda

La adenomiosis y la endometriosis comparten más que síntomas: en muchas mujeres coexisten, lo que puede agravar el cuadro clínico. Ambas enfermedades se caracterizan por la presencia ectópica de tejido endometrial, ya sea dentro del músculo uterino (adenomiosis) o fuera del útero (endometriosis), y responden a estímulos hormonales similares. Se estima que entre un 20% y un 50% de las pacientes con endometriosis también presentan signos de adenomiosis, especialmente en formas profundas o severas. Esta asociación puede explicar casos de dolor pélvico crónico particularmente resistentes al tratamiento, y tiene implicancias importantes tanto en el diagnóstico como en la planificación terapéutica, especialmente en mujeres que desean preservar la fertilidad. Reconocer esta coexistencia es clave para ofrecer un abordaje integral y personalizado.


Un diagnóstico que valida lo que sentís

Para muchas mujeres, recibir el diagnóstico de adenomiosis representa un alivio: finalmente encuentran una explicación a años de dolor, malestar e incomprensión. Es fundamental escuchar a las pacientes, no minimizar sus síntomas y acompañarlas en un camino que puede ser largo, pero que merece ser recorrido con respeto, ciencia y empatía.

Como profesionales ,tenemos el compromiso de sospechar esta entidad en mujeres con síntomas compatibles y utilizar las herramientas diagnósticas adecuadas.

La adenomiosis no debe ser una “última posibilidad” o un hallazgo incidental, sino parte del diagnóstico diferencial desde el inicio.


Como siempre te invito a dejarme tus consultas o comentarios al respecto.


 
 
 

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